En empresas de diversos giros, los primeros trimestres de año suelen dedicarlos a la recolección, selección, evaluación y aprobación de iniciativas de inversión. Este es el primer paso para la correcta administración del portafolio de proyectos y productos, por lo que debe ser un proceso formal, ordenado y estructurado para asegurar que la selección esté alineada con la estrategia de la organización.

Las empresas alcanzan sus objetivos y metas de transformación gracias a la generación de proyectos, ahí reside la importancia de una correcta selección y aprobación de los proyectos que impulsaran la transformación.

Planeación estratégica

La definición de los lineamiento estratégicos de la empresa y planes se desarrollan en el proceso de Planificación Estratégica, siendo una de las principales razones de los proyectos, programas y portafolios, cumplir con los objetivos estratégicos.

Es por ello que la gestión de proyectos, programas y portafolio es una práctica de gestión estratégica. Los proyectos son tratados como inversiones y deben ser optimizados para dar el mejor rendimiento a la empresa.

Pocas empresas cuentan con un modelo o enfoque maduro para seleccionar, evaluar y aprobar iniciativas de inversión bajo una correcta categorización y priorización, lo cual es el primer paso para lograr la ejecución y entrega exitosa de proyectos.

Modelo BIRISI por PMOfficers

El modelo BIRISI consiste en una matriz de Categorización y Priorización de un portafolio de proyectos y productos, que tiene como objetivo evaluar una lista de iniciativas de acuerdo a 6 criterios.

  1. Beneficios económicos para la organización
  2. Inversión económica necesaria
  3. Retorno de la inversión esperado (ROI)
  4. Impacto al negocio
  5. Satisfacción final de los clientes Internos y externos
  6. Implementación técnica y su grado de complejidad

Recomendaciones durante el proceso de recolección y aprobación de  iniciativas

  1. Contar con un modelo de categorización y priorización.
  2. Debe ser un proceso formal, ordenado y estructurado para la correcta selección de los proyectos a ejecutar.
  3. Evitar que el Top Management sea quien defina la cartera, al contar con la autoridad jerárquica.
  4. Las áreas funcionales que impulsan las iniciativas deben estar alineadas con la visión de negocio.
  5. Las iniciativas deben estar alineadas con la estrategia de la organización.
  6. Contar con un comité de selección y priorización, asegurándose que todas las áreas que pueden verse afectadas por la decisión de aprobación, o no, de las iniciativas estén representadas.

 

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